Friday, December 16, 2005

El Pan de Pascua debe tener fruta confitada (aquí no hay bolas de nieve, pero hay, bombas de agua)

Tanto la elaboración del Pan de Pascua como la del Cola de Mono se remontan a los mas profundos orígenes del viejo continente. El Pan de Pascua tiene actualmente bollos o pasteles similares en toda Europa. El Brioche francés, el Panetone Italiano, el Christollen alemán, el Roscón de Reyes, en España, entre otros. Todos con sus características propias. Con o sin frutas. Con clavo. Con vainilla. Con canela, almendras, o nueces. En fin. Con un número de ingredientes y aromas que son típicos de la Pascua o Navidad.
Pero en Chile, estas diferencias se extienden al plano específico del Pan de Pascua. Todos tenemos un tipo de pan favorito. Qué el de supermercado o el de panadería. Que artesanal o industrial. Que el de la Castaño o el de la Lido. El de la San Camilo o el de la Española. Luego viene que con mucha fruta, que con poca. Que muy tostado, que poco tostado. Que con clavo y vainilla. Cada uno tienes sus preferencias. Además está el ritual de cada casa u oficina que se aprecie, en compartir con los invitados un trozo del, que se supone, ha sido nuestra elección del que creemos el mejor (en realidad mucha gente compra sin pensar nada de esto, pero yo como estoy lejos prefiero idealizarlo).
Pero, lo mas importante, mas que el Pan de Pascua, es la calidad del cola de mono que le acompaña. Y aquí si que hay diferencias. Porque el cola de mono lo podemos comprar hecho, de marca o artesanal. Pero la diferencia está el hecho en casa. Suave para la mayoría, fuerte para los mas osados. Con buen agua ardiente. Con buen café. En fin. Que hay muchos factores que lo hacen muy personal.
El orgullo que pone mi madre al hacer el cola de mono es casi una tradición navideña. Un ritual. “Que todavía no lo hago”. “Que lo hice fuerte, como te gusta”. “Que me quedó mejor este año, que el año pasado”. “ Que lo hago como lo hacía mi madre”.
Este año, como el anterior, no podré disfrutar de este ansiado rito. En Madrid venden Pan de Pascua, donde la Rosi. Noble amasandería donde venden de todo para sentirse en Chile, y el “Claro, poh”, está a flor de piel. Pero acá no hay aguardiente, como mucho Pisco, que no es lo mismo. Pero tampoco hay ese aroma a carbón de asado(barbacoa) que se cuela por las calles, con los mas de 25º de calor, que moja los trajes de los viejitos pascueros (papá Noel chileno). Ni el ponche a la romana. Combinación de champaña chilena con helado de piña. Ni los niños salen con sus juguetes a la calle después de las doce (acá se deja el champaña, o cava, en el patio para que se enfríe).
Mi hermano y yo salíamos reventar petardos todas la pascuas. Y, en nuestra infancia y pubertad, también era ritual obligado los conciertos que dábamos, disfrazados y doblando a Kiss. Este evento se hacia en estas épocas gracias a la posibilidad de comprar fuegos artificiales. Bengalas, volcanes y petardos eran desplegados por el escenario. Yo hacia de Ace Frehley (el astronauta) y Juan de Paul Stanley ( el amante o mas conocido como el de la estrella). Los hermanos Azua eran Gene Simmons y Peter Criss. En muchos conciertos contamos con la colaboración de muchos amigos. Catalina Correa, René Contreras, los hermanos Arias Cordova, nos ayudaban con las luces, vinilos y petardos. Todo un montaje digno de una pascua pirotécnica.
Por supuesto cada concierto terminaba, al igual que estas líneas, con el himno :
I,
wanna rock’n’roll all night,
and party every day.


FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO

Thursday, December 08, 2005

Oh Lennon, eres casi Lenin (Mauricio Redolés)

25 años que han pasado, y parece que fue ayer. Cuando la música se estaba empezando a pudrir con los 80. Cuando Kiss cantaba " I was made for loving you" y Queen "Las palabras de amor". Cuando la música disco, que algo de funky tenía, era reemplazada por la mierda de New Wave. Tenía que venir la peor de las podredumbres. Uno de los pocos autenticos. Uno de nuestros íconos. Como el Ché, como Mafalda, como el Chicho (Salvador Allende para los extranjeros). Como pocos que merecen estar en las sobre las paredes de nuestros jóvenes corazones. Y tuvo que morir casi como todos ellos (sólo Mafalda sigue viva y trabaja en una ONG en Paris).
Hay pocos días que recuerdo tan bien como ese 8 de Diciembre de 1980. Tenía 13 años. No paraba de ver la TV. Vivía en Grajales 2482. Estación Central. Y sentí algo similar a lo que sentí 11 de Septiembre de 1973 cuando ví pasar por sobre mi cabeza los Hackres Hunters. O el 24 de Junio de 1977. Cuando se separaron mis padres. Sentí que el mundo cambiaba para siempre.
Que el líder del grupo que yo imitaba, vestido con la ropa del colegio (camisa blanca, chaqueta azul y corbata), con una raqueta como guitarra (yo en realidad me la ponía al revés, como el bajo de Paul, ya que mi hermano imitaba a John) había muerto, y todo el mundo lo sentía como nosotros. Les puede parecer cursi, pero creo que no volví a sentir de nuevo ese dolor globalizado hasta el atentado de las torres gemelas, y las invasiones ilegítimas a Afaganistan e Irak.Nuevamente, el mundo cambiado por la locura de algunos.

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