Un bel dì, vedremo
(REQUIEM PARA MAGDALENA)
Un bel dì, vedremo
Levarsi un fil di fumo
Sull'estremo confin del mare
E poi la nave appare
E poi la nave è bianca.
Entra nel porto, romba il suo saluto.
Vedi? È venuto!
Io non gli scendo incontro, io no.
Mi metto là sul ciglio del colle
E aspetto gran tempoe non mi pesa a lunga attesa.
E uscito dalla folla cittadina
Un uomo, un picciol punto
S'avvia per la collina.
Chi sarà? Chi sarà?
E come sarà giunto
Che dirà?
Che dirà?
Chiamerà Butterfly dalla lontana
Io senza far risposta
Me ne starò nascosta
Un po' per celia,
Un po' per non morire
Al primo incontro,
Ed egli al quanto in pena
Chiamerà, chiamerà :
"Piccina - mogliettina
Olezzo di verbena"
I nomi che mi dava al suo venire.
Tutto questo avverrà,te lo prometto
Tienti la tua paura -
Io con sicura fede lo aspetto.
Mi madre era heavy, muy heavy. Tenía momentos, y hasta épocas, muy potentes y otras que andaba por los suelos. Necesitaba de los demás para caminar, pero hubo épocas en que pudo volar.
Han pasado ya mas de tres meses, y decenas de terremotos y temblores, desde su último viaje, y sigue siendo difícil escribir de ello.
Nuestra relación en vida fue difícil por lo que no es raro que sea difícil ahora.
Sin embargo mi árbol genealógico femenino ya está totalmente roto. Las mujeres de las que he hablado anteriormente, mis abuelas, mi tía Ivonne, mi prima Marcela, la señora Graciela y ahora mi madre se han ido.
Ya no habrá sandias después de almorzar, opera a la hora de la siesta, empanadas al llegar a La Serena, después de 14 horas de vuelo desde Madrid. Ni el vino comprado especialmente para la ocasión. Ni las penas, ni las alegrías. Ni tardes con nietos.
Habrá otras sandias, empanadas, vinos, penas y alegrías, otras tardes. Pero no esas.
Esto es definitivo.
La vida sigue. Pero así como sigue no hay vuelta atrás. La rueda de la fortuna vuelve atrás, como el eterno retorno, pero el retorno no es al mismo punto, porque, para bien o para mal, nosotros ya nos somos los mismos, ni estamos los mismos(Esto me lo podrán refutar mis amigos metafísicos, pero esto lo escribo desde la perspectiva del aquí y el ahora).
No me quiero extender para no entristecer mucho a los lectores. Solo quiero resaltar que es probable que si no fuera por ella y por su influencia, este blog no sería el mismo. El gusto por la literatura, el arte en general y la escritura se lo debo a ella. Y como se lo debo, lo dejo plasmado en este sitio cibernético, supongo que para la posteridad.
Adiós Magdalena, se te hecha de menos.
Han pasado ya mas de tres meses, y decenas de terremotos y temblores, desde su último viaje, y sigue siendo difícil escribir de ello.
Nuestra relación en vida fue difícil por lo que no es raro que sea difícil ahora.
Sin embargo mi árbol genealógico femenino ya está totalmente roto. Las mujeres de las que he hablado anteriormente, mis abuelas, mi tía Ivonne, mi prima Marcela, la señora Graciela y ahora mi madre se han ido.
Ya no habrá sandias después de almorzar, opera a la hora de la siesta, empanadas al llegar a La Serena, después de 14 horas de vuelo desde Madrid. Ni el vino comprado especialmente para la ocasión. Ni las penas, ni las alegrías. Ni tardes con nietos.
Habrá otras sandias, empanadas, vinos, penas y alegrías, otras tardes. Pero no esas.
Esto es definitivo.
La vida sigue. Pero así como sigue no hay vuelta atrás. La rueda de la fortuna vuelve atrás, como el eterno retorno, pero el retorno no es al mismo punto, porque, para bien o para mal, nosotros ya nos somos los mismos, ni estamos los mismos(Esto me lo podrán refutar mis amigos metafísicos, pero esto lo escribo desde la perspectiva del aquí y el ahora).
No me quiero extender para no entristecer mucho a los lectores. Solo quiero resaltar que es probable que si no fuera por ella y por su influencia, este blog no sería el mismo. El gusto por la literatura, el arte en general y la escritura se lo debo a ella. Y como se lo debo, lo dejo plasmado en este sitio cibernético, supongo que para la posteridad.
Adiós Magdalena, se te hecha de menos.