Moja la camiseta, porque yo soy del tablón

La Serena, Domingo 20 de Agosto. 8:30 de la tarde y después de casi tres años, vuelvo a ver a la Chile en el estadio. El oponente, Deportes la Serena, luce una escueto grupo de seguidores que ocupa parte de la zona sur del estadio. Al norte, la barra de Los de Abajo copa las gaderías. Sus cantos son incesantes, como un mantra tibetano que lucha en contra de las energías negativas, tales como el frío. Pero la quiebra y el bajo nivel del equipo son sus principales enemigos. Ni el Matador Salas, que reaparecía ese día, fue suficiente. Un 0-3 tan contundente no me lo esperaba. Pero la barra no paró nunca de alentar. Incluso después de cada gol gritaba más fuerte. Los jugadores fueron despedidos como héroes. Y entonces me di cuenta que da lo mismo el dinero y éxitos que tenga un equipo. La pasión de la hinchada de Los de Abajo no la tiene ningún otro equipo. Ni el Real Madrid, ni el Barca. Ni el Inter ni el Milan. Ni el Arsenal, ni el Bayer.

Quizás en Argentina o Brasil. Cono Sur de mis amores.

"Yo soy de Abajo
Es un sentimiento.
Que no puedo parar."