Monday, May 01, 2006

42,195 kms

Desde hace ya casi dos meses que no escribo, y no es porque no quiera, es porque no podía. Estaba entrenando para el Maratón de Madrid. 6 días a la semana, mas de dos horas diarias. Desde el 2 de Enero. Ha sido muy duro. En invierno, entrené con frio y nieve en Sofia y Bucharest. 15 grados bajo cero en una ocasión. En Albania me tocó mejor tiempo. Varios viajes tuve que hacer, y varios entrenamientos tuve que combinar. Los fines de semana, salía a correr a las 8 de la mañana, para poder estar en casa cuando los niños se depertaban. Estas últimas semanas, con entrenamientos mas largos, tuve que empezar a la 7:30, sábados y domingos. En la semana no comía a mediodía, salía a entrenar durante las dos horas que tengo para almorzar. Los lunes, sagradamente, me iba a las sesiones con mis entrenadores de Nike Running en el Parque del Retiro. Corrí entre el 2 de Enero y el 29 de Abril casi 600 km, en un total de casi 80 días. No todos los días me tocaba correr mucho. A veces eran series cortas pero muy rápidas. Otros días eran cuestas. Otros días eran correr 15 o 20 km. Corrí dos medios maratones. El de la Ciudad Universitaria y el de Madrid.
Todo para que el pasado domingo 30 de abril, el Paseo de la Castellana se abriera ante mis pies. 42,195 km se venían encima. A las 9:30 fue el pistoletazo, pero yo no pude cruzar la salida hasta 4 minutos después. Eramos 13.000 corredores. Entre aplausos y ánimos comencé a comer kms. Las torres KIO, en la plaza de Castilla eran el km 5. Voy bien. Me siento bien, voy corriendo a 5:4o minutos el kilómetro. Mi promedio tiene que ser 6 minutos el kilometro para lograr mi meta que es correr a 10 km/h y cruzar la meta antes de 4 horas 15 minutos. Cuando bajo por Bravo Murillo, en dirección Cuatro Caminos, la bajada me anima y voy a 5:20. Pienso en no acelerar mas pues los últimos kms son muy duros y hay que reservar. En el km 10 aplaudo a los manifestantes de Greenpeace que protestan en contra de la energía nuclear. Apuntado a los corredores gritaban..."esa es energía y no la nuclear". Me dió ánimos. Luego me cruzo con un corredor que siempre grita "Viva la República", "VIVA" replico y escucho a los recalcitrantes de siempre que hacen comentarios despectivos.
El kilómetro 15 es en una cuesta maldita. La primera. Bajo el ritmo a 6 minutos el km. Pero todavía estoy bajo el promedio. Bien.
Al llegar al km 21, estoy hecho un campeón. Me siento bien. Pero empiezo a sentir algunos malestares musculares. Todo era de maravilla hasta el km 30. El muro de los maratonistas. Llegué allí en 2 horas 55 minutos. Es decir que la meta de las 4 horas 15 era factible. Solo había que controlarse. Pero la carrera se puso fea. Comienzo a sentir serios dolores en las caderas, y uno de los abductores se me ha agarrotado. Después de unos metros desido disminuir el ritmo. Mejor. Pero voy a 6:15, muy bajo. Pero todavía tengo reserva de minutos. En el km 35, el calor es insorportable. Son ya las 13:00, y llevo 3 horas y media corriendo. Las cuestas se hacen imposibles. Bajo a 7:00 minutos el km. Pero el objetivo seguía factible. Cuando voy en la penúltima bajada, km 38 un amigo, Javier Palacios, sale de la multitud y me anima unos metros. Voy muy lento, pero los otros van peor que yo. Eso me anima un poco.
Pero al llegar a la última cuesta, frente a la Plaza de Toros de Ventas, Km 39, no puedo mas. Todos van caminando. Yo decido hacer lo mismo. Tardo 8 minutos y medio en hacer ese kilómetro. Pero al llegar al km 40, veo que todo es de bajada, al fondo se ve el parque del Retiro, y la brisa pega de frente. Saco fuerzas de flaqueza y me pongo a correr, a 5:40 de nuevo. Cuando entro al Retiro faltan 500 metros aún, y veo desde la multitud a Patrcia, Inés y Tomás. Tomasito sale corriendo y me acompaña de la mano, corriendo, los últimos 500 metros.
Tiempo oficial 4 horas , 15 minutos y fracción. Tiempo desde que crucé la salida, 4 horas 11 minutos. Fue el broche de oro de una semana en que celebramos el cumpleaños de Tomás y me mudé a otra casa.
Mudanza y Maratón en menos de 3 días.
Para los que me vieron hecho polvo después del maratón de Santiago les cuento que además estoy muy bien. Sin dolores, y mañana empiezo a correr de nuevo. (la vez anterior estuve dos semanas casi sin caminar).
De algo que sirva entrenar.

VIVA LA REPUBLICA!!!!!

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

¡retruchas que estoy sorprendido!!!!!!!, desde ya te felicito por el maratónico, y en este caso es literal, esfuerzo.........
Ahora veo por que tienes colgadas las baquetas de la batería; te advierto eso si que uno puede durar mas tocando que corriendo...........JAJAJAJ

5:39 PM

 
Blogger reciclator said...

Una crónica fabulosa, con final feliz. Felicidades por el logro tras el esfuerzo. De todas formas la medalla también se la deberían colgar a tu familia, que ha hecho posible que tu reto se haga realidad.

12:03 AM

 
Anonymous Anonymous said...

Gran relato, super emotivo. Me encantó. Me transmitiste emoción...muchísima, se me hizo un nudo en la garganta.. Felicitaciones por el logro, tanto sacrificio siempre tiene su recompensa. MANATI

7:13 PM

 

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